domingo, 1 de diciembre de 2013

TEMA 10.- LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII


Mis vasallos son como los niños: lloran cuando se les lava. Carlos III

10.1.- La guerra de Sucesión y el sistema de Utrecht
Carlos II murió (1700) sin descendencia, dejando el trono español a Felipe de Anjou (futuro Felipe V), nieto del rey francés Luis XIV, a cambio de  renunciar a sus derechos al trono francés.
Al aprobar el parlamento francés la opción de Felipe V al trono de Francia se forma una coalición de países europeos (Austria, Inglaterra, Holanda, Saboya y Portugal) para impedirlo, nombrando al archiduque Carlos de Austria candidato al trono español. Se trataba de un conflicto sustentado en la fortaleza que los Borbones adquirían en Europa y el peligro que ingleses y holandeses veían con ello a su hegemonía. La sucesión al trono español pasaba así de ser un problema interno a convertirse en un problema de política internacional y de los equilibrios que la sustentaban.
Al iniciarse la guerra, Felipe V cuenta con el apoyo de Francia y Castilla (favorable al centralismo francés, con excepción de la gran nobleza), mientras que los coaligados cuentan con el apoyo de Aragón y Cataluña. Los motivos de este apoyo son diversos, por un lado Cataluña no olvida los desmanes de las tropas francesas cuando apoyaron su revuelta de 1640, existía un gran temor a perder sus instituciones y privilegios antes las tendencias centralizadoras y uniformizadoras de la nueva monarquía. Se desencadenó con ello una guerra civil que duró una década.
La guerra termina en el 1711, debido a la muerte del emperador austriaco José I, lo que provocó una salida negociada al conflicto, pues el archiduque Carlos hereda el trono de Austria y los coaligados cambian de estrategia ante una posible hegemonía austriaca  Podemos afirmar que los Borbones triunfaron en España, pero perdieron en Europa.
Por los tratados de Utrecht (1713) y Rastadtt (1714) se acepta a Felipe V como rey de España a cambio de su renuncia al trono francés, la cesión de territorios (Inglaterra recibe Gibraltar y Menorca, Austria los territorios de Italia y los Países Bajos) y concesiones mercantiles (Inglaterra recibe el asiento de negros – importación anual de 4.800 esclavos africanos a las colonias españolas – y el navío de permiso, envío anual de un navío inglés de 500 toneladas para comerciar con las colonias españolas).
Pese a los acuerdos Barcelona y otras ciudades de Cataluña se resisten a la ocupación y se inicia un sitio de catorce meses a la ciudad. El 11 de septiembre de 1714, las tropas de Felipe V toman Barcelona, con drásticas consecuencias que implican el fin de su nivel de independencia que había mantenido durante siglos.


10.2 Cambio dinástico. Los primeros Borbones
Los primeros Borbones, Felipe V (1700-1746), Luis I (1724- reinó 7 meses por abdicación de su padre y que tras su muerte recuperó la corona hasta 1746) y Fernando VI (1746-1759) trataron de establecer en España un modelo de monarquía inspirada en la Corte del Rey Sol, Luis XIV de Francia, desde el punto de vista administrativo y también estético (un buen ejemplo lo constituye el Palacio Real de Madrid, replica de Versalles). Su concepción del poder es el absolutismo, el monarca es absoluto y constituía la encarnación misma del Estado: de él era el territorio y de el emanaban las instituciones. Su poder era ilimitado, era fuente de ley, autoridad máxima de gobierno y cabeza de la justicia.

Los (primeros) Borbones aplicaron una política centralista y de gran uniformidad en el plano político y administrativo por medio de Los decretos de Nueva Planta, en los que los reinos de Aragón (1707), Mallorca (1715) y Cataluña (1716) pierden sus fueros y particularidades políticas y judiciales, pasando a regirse por las leyes y Cortes de Castilla. (Sólo mantiene los fueros navarros y vascos por su lealtad durante la guerra). En su concepción política asumieron la labor de unificar y reorganizar, a su criterio los diferentes reinos peninsulares. Se puede afirmar que tras siglos de intentos fallidos en este momento se conforma una verdadera unidad del territorio en lo político, económico, social y jurídico. El estado español se ha conformado y consolidado con su política.


10.3.- Reformas en la organización del Estado. La monarquía centralista
Nueva administración Central. El rey ostenta la soberanía sin ninguna limitación, heredada del absolutismo francés (concentra los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial).  Todo el territorio constituyó una única estructura de carácter uniforme.
Las Secretarías de Estado sustituyen a los viejos Consejos. En 1714 se crearon las de Asuntos Extranjeros, Asuntos Eclesiásticos y Justicia, Guerra y Marina y en 1754 se creó la de Hacienda. Los secretarios eran nombrados y destituidos por el rey, de él dependían y a él rendían cuentas. Entorno a ellos se generó una estructura de funcionarios encargados de la administración de las secretarias y de la ejecución de las órdenes del rey.
Se mantiene el Consejo de Castilla que se constituyó como el órgano esencial de gobierno del país, ejercía funciones consultivas, tenía facultades legislativas y judiciales y actuaba como Tribunal Supremo de Justicia.
Cortes: sólo permanecen las de Castilla, controladas por el rey. Su función principal será la de tomar juramento al heredero de la Corona. Con la integración de las aragonesas se convierten en las Cortes de España.
La Administración territorial: las provincias sustituyen a los antiguos reinos. Los capitanes generales sustituyen a los virreyes (los virreinatos se mantienen en América). Los capitanes tenían atribuciones militares y administrativas.
Las Reales  Audiencias son órganos consultivos y judiciales presididos por el capitán general. La institución de los corregidores castellanos se extiende por todo el territorio nacional, para el control de las principales ciudades.
En general la mayoría de las reformas consistieron en extender instituciones castellanas al resto del Estado. La excepción la constituyó la implantación de una nueva figura de inspiración francesa: el intendente de provincia es el encargado de la promoción económica y social de la provincia. Dependía directamente del rey, gozaban de amplios poderes y tenían como misión principal la recaudación de impuestos y la dinamización económica del país: controlar a las autoridades locales, cuidar de las Reales Fábricas, impulsar el desarrollo de la agricultura y la ganadería, levantar mapas, realizar censos, atender al urbanismo de las ciudades.
La administración local. Los municipios pierden autonomía. Los alcaldes controlan el abastecimiento de las ciudades y  el cumplimiento de  las ordenanzas.
Los Borbones tuvieron claro desde un primer momento que pese a todo, la reforma más importante era la de Hacienda. Era necesario implantar un sistema impositivo que procurará que todos los habitantes pagaran en función de su riqueza, incluidos los privilegiados (nobleza y clero). Aprovechando el derecho de conquista intentaron poner en marcha esta reforma en Aragón. Se crearon impuestos que buscaban esta política: el equivalente en Valencia, la única contribución en Aragón, la talla en Mallorca y el catastro en Cataluña (se trata en general de impuestos que gravan el conjunto de los bienes, incluidos los inmuebles y otros de los que se pudiera disponer).
Era una cuota fija que se repartía de forma proporcional para todos los habitantes, su éxito en Cataluña hizo que se intentara extender a toda España (Catastro de Ensenada 1750-1753), pero las resistencias de los privilegiados impidieron su aplicación.

10.4- La práctica del despotismo ilustrado: Carlos III
Gran parte de la segunda mitad del siglo XVIII se encuentra dominada por la figura de Carlos III, considerado como el rey ilustrado por excelencia que aplica las ideas del despotismo ilustrado (Todo para el pueblo pero sin el pueblo) de moda en Europa y cuyas bases son el uso de la razón, el estudio de la naturaleza, el progreso y la felicidad.  Entre ellas destaca una mayor racionalización de la economía en sus distintos sectores: agricultura, publicación del informe de Jovellanos sobre la ley Agraria, asumiendo el ideario de las teorías fisiócratas de que la tierra y la agricultura eran la principal fuente de riqueza del un país, veían con inquietud las trabas que impedían disponer de la propiedad (amortización, manos muertas, señoríos) y como su eliminación era clave si se quería que el país evolucionará. Campomanes elaboró un proyecto de  colonización de nuevas tierras con la fundación de poblados de repoblación, como la Carolina, desecación de zonas pantanosas, puesta en regadío de otras, que siempre chocaban con los intereses de la aristocracia terrateniente. El comercio exterior trató de impulsarse con los Decretos de Libre Comercio acabando con el monopolio de Cádiz en el comercio con América,  y el interior con la mejora de las vías. La industria trató de impulsarse con la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País como difusoras de los conocimientos técnicos para desarrollar el sector, además de despenalizar las actividades artesanas.
Se tomaron importantes medidas de carácter económico como:
·      Limitar los privilegios de la Mesta e impulsar proyectos de reforma agraria.
· Crear mercados de bienes y capitales, fomentando así, en el interior de España, las infraestructuras de transporte (se abre el paso de Despeñaperros, obras hidráulicas como el Canal de Castilla) y la libre circulación de mercancías (Ley de libre circulación de granos de 1765).
·   Apoyar la actividad industrial, liberalizando el proceso de fabricación. Se abandona la gestión directa de las Reales fábricas. Defensa de la industria nacional con aranceles como el establecido en 1768.
·   Estabilizar y moderar la política impositiva con el objetivo de fomentar la producción asociada a la estabilidad del gasto público.
En el campo de la religión expulsó a la Compañía de Jesús, con el fin de limitar el poder del Papa, intentando reformar la educación, que debía basarse en las disciplinas científicas y en la investigación. También  limitó el poder de la Inquisición.
Se mejoraron las condiciones de higiene de las grandes ciudades (alcantarillado y empedrado de la capital) y la seguridad (iluminación nocturna) y prohibición del uso de armas y la utilización de sombreros chambergos y capas largas. Estas medidas no siempre fueron bien acogidas como lo demuestra el motín de Esquilache donde se mezclan diferentes sensibilidades frente a las reformas.
Se crean instituciones que buscan mejorar la situación general de la población como instituciones de benéficas de atención a la infancia como el Hospicio creado por Olavide. Se  crean los personeros y diputados del común para garantizar el abastecimiento de artículos de primera necesidad y romper con ello el monopolio de los gremios y las oligarquías urbanas.
En el campo cultural puso en marcha el ambicioso proyecto del Salón del Prado, supervisado por Villanueva, como Museo de Ciencias Naturales (actual Museo del Prado), Jardín Botánico, Observatorio Astronómico.
En el terreno financiero se crea el Banco de San Carlos, futuro Banco de España, se libera el comercio intercolonial y se crea la Compañía de Filipinas.

10.5.- La evolución de la política exterior en Europa
La política exterior española a lo largo del siglo XVIII estuvo condicionada por las pérdidas territoriales europeas del Tratado de Utrecht (1713) y por la vinculación a Francia  por los llamados Pactos de Familia (en Francia y España reina la casa de Borbón), tratados internacionales que vinculaban los intereses de España a los de Francia y que llevaría a continuos enfrentamientos con Gran Bretaña.
Durante el reinado de Felipe V (1701-1746), siguiendo los deseos de su segunda esposa Isabel de Farnesio (quería que sus hijos reinaran en los perdidos estados italianos) y de su primer ministro Alberoni. El objetivo prioritario fue la recuperación de las posesiones italianas en manos de Austria para mantener la influencia en el Mediterráneo. Los dos primeros Pactos de Familia (1733 y 1743) trajeron como consecuencia la recuperación del reino de Nápoles-Sicilia a cuyo frente se colocó el infante don Carlos, tercer hijo varón del rey Felipe V y que más tarde se convertirá en Carlos III de España, y el ducado de Parma para el infante don Felipe.

Con Fernando VI (1746-1759) no se renovaron los pactos de familia, procurando un periodo de paz que permitiera recuperar la economía. Sin embargo, esta situación no duró mucho tiempo ya que en 1761, Carlos III  firmó el Tercer Pacto de Familia que llevaría a la participación en la Guerra de los Siete Años (1756-1763). La victoria de ingleses y portugueses llevó a la firma del Tratado de París (1763) por el que España cedió Florida a Inglaterra y Sacramento a Portugal. Como compensación recibíamos de manos de Francia el territorio de la Louisiana. La Guerra de la Independencia americana permitiría por el Tratado de Versalles (1783) la recuperación de Florida y Menorca al prestar apoyo a los rebeldes norteamericanos.

La política exterior de Carlos IV (1788-1808) estuvo marcada por la Revolución Francesa y la vinculación a la figura de Napoleón que desencadenaría, a finales del siglo XVIII enfrentamientos contra Inglaterra y Portugal, y en los inicios del siglo XIX la trágica guerra de la Independencia (1808-1814).

10.6 La política borbónica en América
Los Borbones y especialmente Carlos III, se preocuparon por reorganizar el comercio con América. Pese a la crisis del XVII, las colonias eran una potencial fuente de ingresos que se debía aprovechar.
Sevilla había sido sustituido por Cádiz en el monopolizado derecho de comercio americano que realmente controlaban franceses, ingleses y holandeses a través de sus agentes en el puerto de Cádiz.
Los Borbones a imitación de otros países patrocinaron la fundación de Compañías comerciales, otorgándoles numerosos privilegios y el monopolio sobre productos o territorios americanos. Una de las importantes la Guipuzcoana de Caracas, estaba ligada a la propia Corona. Pero este sistema se demostró ineficaz por la piratería, el contrabando y la dura competencia extrajera que arruinó a estas compañías. Se optó entonces por la liberalización del comercio americano en la segunda mitad del siglo. Con Carlos III se acabó con el monopolio de Cádiz y se estableció la libre comunicación de los puertos españoles, primero con el Caribe y después con todas las colonias.  En 1765 se abrieron una serie de puertos al libre comercio y en 1778 se decretó la libertad de todos los puertos españoles para comerciar libremente con América.
Estas medidas liberalizadoras contribuyeron a la prosperidad de algunas zonas, como Cataluña, que se abrieron paso a la exportación sobre todos de productos locales como aguardientes y tejidos lo que generó una dinamización económica muy importante. Sin embargo en Cádiz, que por volumen de negocios, seguía siendo el puerto español de referencia y que albergaba una burguesía ahora más dinámica y cosmopolita, la actividad se concretó en la reexportación de mercancías que llegaban de toda Europa y eran embarcadas para América, lo que no revirtió en una dinamización del resto de la economía de Andalucía.
En lo político los Borbones y en particular Carlos III procedieron a mejorar la gestión y administración de los dominios coloniales desde su política general de centralización monárquica. Sin embargo los cargos políticos y el control burocrático seguían en manos de los españoles sin intervención de los criollos lo que provocó el inicio de problemas en las colonias de carácter político. La expulsión de los jesuitas en 1767, acrecentó los problemas, ya que los jesuitas tenían una gran presencia en el entramado social y político colonial y su expulsión rompió lazos de unión con la metrópoli lo que debilitó la unión entre las colonias y España. Podemos concluir que las reformas borbónicas fueron rechazas por se percibidas como un intento de paternalismo político desde la metrópoli, la tímida liberalización económica potenció a los grupos criollos que se enriquecieron y empezaron a exigir poder político y se empezó a detectar un cierto rechazo hacia las imposiciones culturales de la metrópoli, al arraigar las ideas ilustradas que se difunden por el Nuevo Continente. 
Se puede establecer que la expansión económica del capitalismo que lleva a que grandes compañías intervengan en el comercio ultramarino, no sólo legalmente sino a través del contrabando y la progresiva llegada a América de las ideas ilustradas van a estar en la base explicativa del inicio de un proceso que andando el tiempo llevará al proceso emancipador de las colonias.


10.7.- La Ilustración en España
La Ilustración es un movimiento filosófico y cultural originado en Francia e Inglaterra a finales del XVII y principios del XVIII (Locke, Hume, Montesquieu, Rousseau), que pretende, llegar a la felicidad a través de la razón, que debería aplicarse a todos los ámbitos (cultura, ciencia, economía, política). Se imponen ideas como el iusnaturalismo y se propugna una amplia renovación de las ideas políticas con conceptos como soberanía popular, república, sufragio (censitario y general), constitución civil del clero, derechos civiles que van a entrar en colisión directa con los intereses de las clases privilegiadas. En lo económico se impone el liberalismo doctrinario, aunque germinan otros enfoques que darán lugar a movimiento ulteriores de gran transcendencia histórica de la mano de ideas radicales como las de Robespierre, Herbert, etc.
Dichas ideas llegarán a España con la nueva dinastía francesa, pero es en el reinado de Carlos III (despotismo ilustrado) cuando se desarrollará con más intensidad.
En España no se trató de un periodo específico de la cultura, sino más bien de un ambiente general cuya capacidad de renovación y cambio llegó a constituir una de las etapas realmente importantes de la modernidad española. Se produjo un enfrentamiento entre la continuidad y la reforma. Y no sólo debido a influencias externas, pues la confrontación fue bastante directa, pero pronto ahogada, en lo que se refiere a la defensa de una nueva razón crítica frente a la sensibilidad tradicional dominada por los prejuicios de una religiosidad y una concepción del poder ancladas en el pasado
Los ilustrados fueron una minoría culta; la mayoría de los españoles eran analfabetos Básicamente se interesaron por reformar y reactivar la economía, mejorar el sistema educativo, impulsar la ciencia, y aplicar las nuevas ideas del liberalismo político, aunque en su mayoría no apoyaron planteamientos revolucionarios.
Entre sus principales realizaciones destacan la creación de academias como lugares de conocimiento y normalización de la Lengua, 1713; Bellas Artes de San Fernando, 1744), renovando los planes educativos (Olavide). Se patrocinó también la ciencia (estudios de botánica en el Jardín Botánico), realizando numerosas expediciones científicas, como la de Malaspina que da la vuelta al mundo con objetivos  de investigación  sobre botánica y fauna.

Entre los principales escritores destacan: Feijoo cuya obra se centró en la divulgación de la ciencia de Newton y en la crítica a los prejuicios tradicionales y las supersticiones  (Teatro Crítico, 1726 y Cartas eruditas y curiosas), Jovellanos (también político que se interesó por numerosos temas que mejorasen la vida de los ciudadanos: agricultura, supersticiones religiosas...), Campomanes en economía introduciendo ideas fisiocráticas y del liberalismo económico, proponiendo reformas profundas, Moratín (renovador del teatro, “El sí de las niñas”). Goya (tanto en sus Caprichos como en la forma de retratar la Guerra de Independencia) responde también a la ideología ilustrada.

El interés por la educación y el progreso científico se concretó en la creación de nuevas instituciones de enseñanza secundaria (Reales Estudios de San Isidro), de enseñanza superior (Colegio de Cirugía, Escuela de Mineralogía, Escuela de Ingenieros de Caminos) y en la reforma de las Universidades y de los Colegios Mayores.

El desarrollo de las ciencias experimentales fue importante: Mutis y Cavanilles en biología, Ulloa y Jorge Juan en Astronomía y Cartografía, Piquer en Medicina

Algunos Textos

Texto 1:  Derogación de los fueros de Aragón y de Valencia (1707)
“Considerando haber perdido los Reynos de Aragón y de Valencia, y todos sus habitantes por la rebelión que cometieron, faltando enteramente al juramento de fidelidad que me hicieron como a su legítimo Rey y Señor, todos los fueros, privilegios, exenciones y libertades que gozaban, y que con tal liberal mano se les habían concedido, así por mi como por los Señores Reyes mis predecesores, particularizándolos en esto delos demás Reynos de esta Corona; y tocándome el dominio absoluto de los referidos Reynos de Aragón y de Valencia, pues a la circunstancia de ser comprendidos en los demás que tan legítimamente poseo en esta Monarquía, se añade ahora la del justo derecho de la conquista que de ellos han hecho últimamente mis Armas con el motivo de su rebelión. Aún sin los graves y fundados motivos y circunstancias que hoy concurren para ello en lo tocante a los de Aragón y Valencia; he juzgado por conveniente abolir y derogar enteramente, como desde luego doy por abolidos y derogados, todos los referidos fueros, privilegios, práctica y costumbre hasta aquí observadas en los referidos Reynos de Aragón y Valencia, siendo mi voluntad que estos se reduzcan a las leyes de Castilla” 
Decreto de 29 de junio de 1707, promulgado por Felipe V, en Novísima 
Recopilación de las leyes de España,1805 , tomo II, libro III, título III, ley 1 a 

Texto 2: Parte de una carta de Carlos III a su hijo el Príncipe de Asturias.
"Para que comprendas el efecto que causan estas exterioridades, es menester que entiendas, que nada es indiferente en los Principes; que de ellas saca sus ilaciones el publico; y que los Soberanos, y los Principes, con el buen trato á quien lo merece, se ganan los corazones, y con el malo los enagenan, y es preferible que nos sirvan por amor, que por interes.
Lo que debes saber por conclusion es, que sea cierto, ó no, que en tu cuarto se haya murmurado, con libertad, y corre por el Reyno que hay dos partidos en la Corte, el daño que esto puede causar no es ponderable, y es mas contra ti, que contra mi pues lo has de heredar, y si creen que esto suceda ahora entre Padre, y Hijo, no faltaran gentes, que con los mismos fines, sujeriran á las tuyas de hacer lo mismo contigo. Bien sé que no lo piensas, ni que es tu ánimo, estoy mas que seguro de esto; pero basta que por exterioridades, que has creido indiferentes, y que veo no has reflexionado, las gentes lo hayan inferido, y apoyadas de esta señal lo publiquen.
Se trata pues de evitar esta opinion tan perjudicial, y de fatales consecuencias; no hay otro método que echar de cerca de ti los que han murmurado, y que todos conozcan que los desprecias, agasajar á los que has tratado con poco agrado, y que por mi tienes bien recibidas, y aplaudir siempre todas las resoluciones que se tomen, y defenderlas, quedándote la puerta abierta para decirme despues al oido tu dictamen si no te pareciesen acertadas; te oiré siempre con gusto.
Reflexiona, Hijo mio de mi vida dos cosas: La primera que casi todos los asuntos, y negocios pueden mirarse con buen, ó mal semblante, no estando los sujetos bien enterados del fondo de ellos, y asi es facil que los que te hablan los pinten á su idea, ó por malicia, ó por ignorancia, para sacar de ti alguna palabra, señal, ó gesto que acredite desaprobacion. La segunda que los que buscan sátiras, pasquines, ó papeles sediciosos, para llevártelos, ó te vienen con murmuraciones, faltan á su honor, y conciencia, y consiguientemente no aspiran al mejor servicio de Dios, ni del Rey.
De nuestra desunion real, ó aparente resultaría el trastorno general del Reyno, nada podria emprenderse en honor de la Monarquia"
Tomado de: 

JV

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